Cómo hacer un presupuesto mensual que sí funcione

¿Alguna vez te ha pasado que cobras tu sueldo y a los pocos días ya no sabes en qué se fue todo? Eso pasa cuando no tienes claro cuánto gastas, en qué lo haces y cómo podrías organizar mejor tu dinero. La solución es simple (aunque no mágica): necesitas un presupuesto mensual.

Pero no cualquier presupuesto. Necesitas uno que realmente funcione para ti, que sea fácil de seguir, y que te ayude a tomar el control de tus finanzas sin sentir que estás atrapado. En este artículo te voy a mostrar paso a paso cómo crear un presupuesto mensual realista y funcional, incluso si nunca lo has hecho antes.

¿Por qué hacer un presupuesto mensual?

Muchas personas creen que hacer un presupuesto es solo para quienes tienen mucho dinero. Nada más lejos de la realidad. Si tienes pocos ingresos, aún más razón para saber exactamente en qué lo gastas. Un buen presupuesto te permite:

  • Evitar deudas innecesarias
  • Gastar con más conciencia
  • Ahorra sin esfuerzo extra
  • Planear compras futuras
  • Estar tranquilo con tus finanzas

Y lo mejor: no necesitas ser experto en Excel ni tener conocimientos avanzados de finanzas. Solo necesitas compromiso, claridad y constancia.

Paso 1: Conoce tus ingresos reales

El primer paso es saber con cuánto dinero cuentas cada mes. Parece obvio, pero no siempre lo es. Algunas personas ganan un sueldo fijo, otras trabajan de forma independiente y tienen ingresos variables. Sea cual sea tu caso, anota todos los ingresos que recibes en promedio al mes:

  • Sueldo fijo
  • Horas extras
  • Ventas esporádicas
  • Ingresos por freelancing
  • Ayudas o apoyos económicos

Lo ideal es trabajar con una cifra conservadora. Si tienes ingresos variables, usa un promedio basado en los últimos 3 a 6 meses.

Paso 2: Anota todos tus gastos

Este paso es clave. Tómate un rato para listar absolutamente todos tus gastos mensuales. Lo mejor es dividirlos en dos categorías:

🧾 Gastos fijos (los que no cambian mucho):
  • Arriendo / hipoteca
  • Servicios básicos (luz, agua, gas)
  • Internet / celular
  • Transporte
  • Comida del mes
  • Suscripciones (Netflix, Spotify, etc.)
💸 Gastos variables (los que sí fluctúan):
  • Salidas y ocio
  • Compras por impulso
  • Regalos
  • Ropa
  • Pedidos a domicilio

Revisa tus últimas compras, extractos bancarios, historial de transferencias y lo que hayas pagado en efectivo. Te vas a sorprender de cuánto se escapa en cosas pequeñas.

Paso 3: Clasifica y reduce

Ahora que tienes toda la información, toca analizar. ¿Dónde puedes reducir gastos? Quizá pagas una suscripción que ni usas, o sales a comer 3 veces por semana sin notarlo. Esto no significa dejar de vivir, sino tomar decisiones más conscientes.

Una buena técnica es usar colores (verde, amarillo y rojo):

  • Verde: gastos esenciales (vivienda, comida, salud)
  • Amarillo: gastos importantes pero ajustables (transporte, servicios)
  • Rojo: gastos prescindibles (suscripciones, delivery, caprichos)

El objetivo es mantener tus gastos “verdes” y reducir los “rojos” sin sentir que estás viviendo limitado.

Paso 4: Aplica la regla 50/30/20

Esta regla es muy simple y popular porque funciona para muchas personas:

  • 50% para necesidades básicas (renta, comida, servicios)
  • 30% para deseos (ocio, salidas, gustos personales)
  • 20% para ahorro o pagar deudas

Por ejemplo, si ganas $500.000, podrías distribuir así:

  • 250.000 para necesidades
  • 150.000 para deseos
  • 100.000 para ahorro

No es una regla fija, pero te da una idea clara de cuánto deberías gastar en cada área. Si tus ingresos son bajos, puedes ajustar a 60/30/10 o incluso 70/20/10.

Paso 5: Usa herramientas para facilitar el proceso

Hay muchas formas de organizar tu presupuesto. Puedes usar:

  • 📒 Libreta y lápiz (sí, lo clásico también sirve)
  • 📊 Hojas de cálculo en Excel o Google Sheets
  • 📱 Apps móviles como Fintonic, Monefy, Wallet o Spendee

Lo importante es que puedas revisar tu presupuesto al menos una vez por semana. No sirve de nada hacerlo una vez y olvidarlo todo el mes.

Paso 6: Establece metas claras

No basta con saber cuánto ganas y cuánto gastas. Tener metas te da motivación para mantener el presupuesto. Por ejemplo:

  • Ahorrar $100.000 en tres meses para un viaje
  • Pagar una deuda antes de diciembre
  • Ahorrar para comprar una nueva laptop

Esas metas deben ser realistas y medibles. Anótalas, colócalas en un lugar visible o en tu fondo de pantalla. Tener un “para qué” te ayudará a no salirte del plan.

Paso 7: Sé flexible y no te castigues

Habrá meses en que las cosas no salgan perfectas. Tal vez se te olvidó un gasto, surgió una emergencia o simplemente te pasaste del presupuesto. No pasa nada. La clave está en seguir, ajustar y mejorar.

Presupuestar no es una cárcel, es una herramienta para que vivas más tranquilo y con menos estrés financiero. La constancia es más importante que la perfección.

Consejos extra para mantener el presupuesto vivo

  • 🔁 Revísalo cada semana. Ajusta lo necesario.
  • 💡 Anota todos los “gastos hormiga” como cafés, taxis, snacks.
  • 🧠 Automatiza tus ahorros: si puedes, programa transferencias automáticas al inicio del mes.
  • 🧾 Guarda tus boletas o tickets para llevar un control más preciso.

Conclusión

Un presupuesto mensual no es complicado ni aburrido. Es una herramienta para que tú controles tu dinero y no al revés. Con solo una hora al mes y unos minutos a la semana, puedes transformar tu relación con el dinero y avanzar hacia tus metas financieras.

Recuerda: no importa cuánto ganes, sino cómo lo usas. Y tú, ¿ya tienes tu presupuesto armado?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio